Restaurante Sidrería Carión


Sidrerías asturianas Somiedo (Asturias)

 

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Teléfonos

985 763 441

Descripción

Sidreria tradicional asturiana en el Parque Natural de Somiedo.

Destacan sus generosas raciones y entre sus especialidades se encuentran el picadillo con setas y cabrales o la cazuela de pulpo. También parrillas de carne.

Podrá degustar la mejor cocina tradicional de la zona, destacamos el pote de berzas, la fabada, el cabritu, las carnes roxas de la zona, gulas y langostinos, etc. Nos encontramos a la entrada de Pola de Somiedo. Principado de Asturias.

Especialidades:

Carnes a la parrilla, Cabrito Guisado, Pote Asturiano, Tapas variadas

Servicios:

  • Bar / Cafetería
  • Calefacción
  • Aparcamiento
  • Wifi
  • Admite tarjetas de crédito
  • Cocina tradicional clásica
  • Accesible autocares
  • Transporte público < 500 m.

Somiedo es una de las reservas más importantes de una raza de vacuno, la Asturiana de los Valles o vaca roxa, destinada a la producción de carne.

Carnes con matrícula de honor

Las montañas astures tienen su propio ecosistema, un devenir natural en el que cada elemento realiza su función sin inmutarse ni pedir nada a cambio. Las abejas polinizan y permiten que los manzanos ofrezcan, garantizando la pervivencia de la Sidra; las vacas liberan por un lado de hierbajos los prados y los dejan impolutos para su lucimiento fotográfico, y por otro producen excelentes carnes y leche; los bosques aportan aire puro y dan cobijo a jabalíes, corzos y venados (ciervos)...

En materia de carne, Asturias es sinónimo de calidad y seguridad alimentaria. Las vacas que pastan en nuestros montes pertenecen a la raza Asturiana de la Montaña, la principal del denominado tronco castaño dentro de la Península Ibérica, que está presente en la región por lo menos desde el siglo IV. Si quiere corroborar esta teoría tan solo tiene que visitar la Campa Torres en Gijón, un bonito yacimiento arqueológico donde se descubrieron huesos de vaca de esa época. También está bien valorada y autorizada la raza Asturiana de los Valles.

La carne asturiana tiene fama en todo el territorio nacional. Son numerosas las carnicerías del país que presumen del sello de garantía y de la presencia del logotipo de la Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) Ternera Asturiana.

Cuando hablamos de carne de vaca a todos nos viene a la mente el solomillo o el entrecot, pero nos olvidamos de que existen más de veinte partes diferentes en cada animal, muchas de ellas muy sabrosas y más económicas, como la contra, la babilla, el pecho o el redondo.

Los dos secretos del éxito de la carne asturiana son que respiran aire puro y que se alimentan de pastos muy nutritivos y naturales. Si a eso le añadimos una alimentación suplementaria basada en cereales y leguminosas logramos un resultado excelente, cuya principal característica es una textura jugosa y tierna. Se denomina ternera cuando los ejemplares tienen menos de 12 meses, y añojo cuando su edad supera la anterior y no alcanza los 18 meses, edad máxima de sacrificio.

IGP Ternera Asturiana

La Indicación Geográfica Protegida «Ternera Asturiana» avala la carne de animales nacidos, criados y engordados en el Principado de Asturias, siguiendo una serie de normas recogidas en su Reglamento, enfocadas a garantizar una alta calidad sanitaria y organoléptica de la carne, además de asegurar la trazabilidad del producto a lo largo de todo el proceso.

Únicamente los animales procedentes de las razas Asturiana de los Valles, Asturiana de la Montaña, y sus cruces entre sí son aptos para suministrar carne. El amamantamiento mínimo será de cinco meses.

Serán igualmente admitidos los animales obtenidos de cruzamientos entre machos puros de las razas «Asturiana de los Valles» y «Asturiana de la Montaña» con hembras procedentes genéticamente de ambas razas autóctonas asturianas, aunque no presenten características de pureza racial absoluta y posean alguna característica morfológica no ajustada al estándar racial.

Sidra y fabes

Son los dos emblemas de la región. Sus historias son casi paralelas y en ambos casos prácticamente milenarias. Los manzanos llegaron a Asturias a través de los árabes, unos cuantos siglos después de que los griegos adorarán al líquido original, denominado zythos, mientras la faba o alubia navegó unos siglos más tarde desde América, implantándose con desparpajo y autoridad.

Se puede afirmar sin riesgo a equivocarse que en ningún sitio del planeta la fabada sabe como aquí. Parece ser que el secreto es la conjunción de factores tan diferentes como un clima suave, un suelo rico en sales minerales, una cocción a fuego lento, y las características peculiares del agua asturiana, ideal para que el resultado sea óptimo. El suelo influye hasta tal punto que los ricos en calcio dan lugar a pieles más duras y que necesitan más tiempo de cocción, porque hacen de barrera y el calor tarda más en atravesar esa malla natural y llegar al interior.

Especies autóctonas

Los buenos callos deben tener un toque gelatinoso para ser magní cos, que se percibe cuando se nos pegan los labios levemente.

El pitu de caleya no puede ser blanco, sino rojizo o, cuanto menos, oscuro.

Los tonos claros son sinónimo de «gato por liebre».

La ternera asturiana no se puede comparar con la carne denominada de buey o vaca vieja, porque mientras una procede de animales con doce meses, en el segundo caso se multiplica la edad como mínimo por cinco.

La ternera es elegancia, terneza y jugosidad, mientras la vaca vieja es potencia y grasa in ltrada. Son cosas diferentes.

La oveya xalda y el gochu asturcelta admiten muy bien los macerados, adquiriendo un sabor más complejo. Una pechuga de pita pinta rellena es una auténtica delicatessen.

Dirección

Dirección postal: 33840 Narciso Herrero Vaquero. Somiedo.

Dirección digital: 8CMP8WW7+WH

 

Información complementaria

 

Geografía en Somiedo


 

Situación: Zona suroccidental de Asturias (noroeste de España).

Límites: Al norte, concejo de Belmonte de Miranda; al sur, provincia de León; al este, concejo de Teverga, y al oeste, concejos de Cangas del Narcea y Tineo.

Población: 1.625 habitantes (enero 1998).

Extensión: 291,38 kilómetros cuadrados.

Capital: Pola de Somiedo.

Parroquias: Aguino (Aguinu), Clavillas (Clavil.las o Clavitchas), Corés, El Coto (El Coutu), Endriga, Gúa, Las Morteras, Pigüeces, Pigüeña, Pola de Somiedo (La Pola), El Puerto (El Puertu), La Riera, Valle de Lago (El Val.le o El Vatche), Veigas y Villar de Vildas (Vil.lar de Vildas).

Partido judicial: Grado.

Situación y límites

El paradisiaco concejo de Somiedo, declarado en su totalidad Parque Natural en junio de 1988, se encuentra situado en la zona suroeste de la Comunidad Autónoma española del Principado de Asturias, entre los 6º 8' 20'' de longitud oeste y los 43º 2' 12'' de latitud norte, aproximadamente. Es el noveno municipio de la región en superficie, con 291,38 kilómetros cuadrados.

Lo limitan los concejos asturianos de Cangas del Narcea y Tineo por el oeste, Teverga por el este y Belmonte de Miranda por el norte, confinándolo completamente al sur dos comarcas de la provincia de León: Babia y Laciana, a través de los términos municipales de San Emiliano, Cabrillanes y Villablino.

Relieve

El Parque Natural de Somiedo, completamente incluido en la cordillera Cantábrica, su frontera natural por el sur, y concretamente en el macizo de las sierras centrales, constituye una unidad geológica estructuralmente compleja, conocida como Manto de Somiedo, que es la unidad más occidental y meridional de la Zona Cantábrica, distinguiéndose por el gran desarrollo de los sedimentos precámbricos y paleozoicos, cuyo espesor en conjunto sobrepasa los 6.000 m. Su variedad litológica es muy importante y se caracteriza por la alternancia de formaciones silíceas (pizarras, areniscas y cuarcitas) y formaciones carbonatadas (calizas y dolomías). En palabras del geólogo Jaime Truyols, en Somiedo tenemos todas las páginas de un libro geológico.

El relieve es especialmente abrupto y montañoso, con laderas muy pendientes e inestables. A esa accidentada orografía hace referencia el nombre del que deriva Somiedo: Sumetum, país de montañas elevadas.

«Sus máximas alturas, que sobrepasan los dos mil metros de altitud, se distribuyen por la cordillera Cantábrica, que desde el límite sur de su territorio forma un eje principal del que parten numerosos cordales decrecientes en su desarrollo hacia la costa. El Cornón, que alcanza los 2.194 metros, y Pena Orniz, los 2.190 m, figuran entre las primeras, mientras que de este a oeste, las sierras de la Serrantina (La Pachagosa, 1.674 m) y de La Cabra (Coriscada, 1.448 m); de El Páramo (El Mocoso, 1.994 m); de La Penalba (1.377 m); de Entrecampos (El Tarambico, 1.918 m) y La Palombera (1.660 m); el cordal de La Mesa (Pena Negra, 1.836 m); y, por último, las sierras de La Verde (1.518 m) y de La Bustariega (Pornacedo, 1.141 m), delimitan los sucesivos valles del Pigüeña, Somiedo, del Lago, Saliencia y de Las Morteras» (Juan Martín Rodríguez).

La cota más baja está en Aguasmestas, con 395 m. Los cauces de los ríos, propios de un relieve fluvial juvenil, tienen fondos muy estrechos y sin apenas depósitos. Por su parte, los valles altos, mucho más amplios, han sido modelados por los glaciares; sus efectos pueden observarse en un conjunto de lagos de circo glaciar, considerado de alto interés hidrogeológico y geomorfológico. En tal sentido, sobresalen los famosos lagos de Saliencia, comunicados entre sí por sumideros: el de La Cueva, que se asienta cerca del collado de la Farrapona, a unos 1.600 m de altitud y ocupa una depresión en parte de origen cárstico, luego ahondada por el hielo y rellena por derrubios morrénicos; el de Calabazosa o Tchanegru (L.lanegru), al sur del anterior y a unos 1.650 m de altitud, enclavado en el extremo sureste de una gran dolina, excavada por disolución en la caliza de montaña y alargada por el hielo glaciar hasta unos 5 km de longitud, y el de Cerveriz, a 1.635 m, de modestas dimensiones y profundidad: 10 hectáreas y 15 metros, respectivamente; además del no menos conocido lago del Valle (l.lagu del Val.le o tchagu del Vatche), o del Ajo como también era llamado antiguamente, fácilmente identificable por tener una pequeña isla en el centro y recrecido para regular su uso en la obtención de energía eléctrica, que tiene un perímetro de 2 km y una profundidad de más de 40 m, es el más extenso de Asturias con 24 ha y se sitúa a 1.570 m de altitud, al pie del magnífico circo glaciar, cabeza de una lengua que llegaba hasta Pola de Somiedo.

A vista de pájaro, el Parque se estructura en cinco valles principales: los de Saliencia, Valle del Lago, Puerto de Somiedo, Perlunes y Pigüeña, que marcan tanto la organización física del territorio como la propia vida social de los habitantes.

Ríos

Somiedo es un caso sin par en el sistema hidrográfico de Asturias, singularizándolo el hecho de que una porción de su término, aunque mínima en superficie por ser únicamente de 9 kilómetros cuadrados, es decir el 3% del territorio, vierta sus aguas al océano Atlántico por medio del arroyo de El Puerto, tributario del Sil, y éste a su vez del río Miño.

Al mar Cantábrico hace su aportación el Pigüeña, la principal corriente fluvial de Somiedo, por donde discurre a lo largo de unos 20 km. Dicho río, que recorre el valle bautizado con su nombre de sur a norte, nace en las Fuentes de la Paredona a 1.670 m de altitud, al pie del puerto de los Cerezales y en los confines somedano-leoneses, recibe aguas del Somiedo —el cual se beneficia de las de los ríos del Valle, de Saliencia y de Las Morteras—, y desemboca en el salmonero Narcea en calidad de principal afluente, de ahí que pertenezca a la asturiana cuenca del Nalón.

Las centrales de La Malva, La Riera y Miranda, esta última instalada en el vecino concejo de Belmonte, aprovechan casi todos los ríos somedanos para producir energía eléctrica.

Clima

Por su situación dentro de la Iberia atlántica y la influencia de su orografía, las características climáticas de Somiedo son las propias de las áreas montañosas de la cordillera Cantábrica en su vertiente norte: veranos frescos, en los que julio y agosto, e incluso septiembre, son los meses más cálidos, mientras que enero y febrero suelen ser los más fríos en el transcurso de unos inviernos relativamente suaves. Las temperaturas medias anuales oscilan entre los 9 ºC de La Riera y los 7,4 º C de El Valle (El Vatche). La temperatura media mínima de enero es de —0,7 ºC en Valle de Lago, en tanto que la media máxima le corresponde a La Riera, con 23 ºC en agosto. «Se produce una disminución de temperatura con la altitud que no se ajusta al gradiente habitual (0,5 ºC por cada cien metros), debido a la existencia de diversos condicionantes (orientación, orografía...)» (J. Martín Rguez.).

La humedad ambiental es muy alta y la nubosidad abundante, por lo que suele llover en todas las estaciones, sobre todo en invierno; enero acostumbra a ser el mes con mayor frecuencia de lluvias, con un máximo de 17 días, siendo julio el que acusa una menor asiduidad, con un mínimo de cinco días. La precipitación media anual dentro del concejo oscila entre los 1.087 y los 1.619 litros por metro cuadrado de La Riera y de Valle de Lago respectivamente (J. Martín Rguez.). También en la estación invernal se producen fuertes nevadas, que por encima de los 1.200 m pueden aparecer incluso en los meses de mayo y junio. La media anual de días con precipitaciones en forma de nieve es de cuatro días para La Riera y de 23 para Valle de Lago. Las heladas suelen presentarse entre noviembre y mayo, siendo muy frecuentes en altitudes superiores a los 1.500 m.

El paisaje vegetal

Al margen de algunas curiosidades botánicas que se dan sólo en esta zona de la cordillera Cantábrica (especies endémicas), como la centaura de Somiedo, y de algunas asociaciones florísticas propias de este territorio, uno de los aspectos que más llaman la atención al observar el paisaje somedano es la diversidad de su cubierta vegetal y, sobre todo, el dominio del bosque atlántico, el bosque caducifolio.

Las características del clima y del suelo permiten la existencia en Somiedo de los dos tipos de bosque más representativos de la montaña cantábrica, ambos de hoja caduca: el hayedo y el robledal. Los bosques de hayas son los que mayor superficie ocupan en el Parque, extendiéndose por las laderas más umbrías, en tanto que los robledales ocupan preferentemente las laderas soleadas. A mayor altitud, las condiciones adversas del clima y del suelo impiden el asentamiento de este tipo de bosques, predominando entonces el bosque de abedules, menos denso que los hayedos o los robledales y acompañado siempre de abundante matorral.

Las formaciones herbáceas también alcanzan considerables extensiones, evidenciando claramente la actividad ganadera de la zona. En los fondos de los valles, donde la población es permanente, predominan los llamados prados de siega: prados —protegidos por cercas y setos— destinados a la producción de hierba seca; este tipo de aprovechamiento ha relegado a las formaciones boscosas a pequeñas superficies de alisos y fresnos en las riberas de los ríos, o a reductos de robles y encinares en laderas pedregosas y soleadas. A medida que se incrementa la altitud, la población humana deja de ser permanente, y sólo las brañas y prados destinados al pastoreo estival, denominados prados de diente, denotan la influencia del hombre en estas zonas más boscosas.

Los matorrales, asimismo, desempeñan en Somiedo un papel importante, ya que además de ocupar áreas en las que no ha prosperado el bosque, algunos —como el piorno— son aprovechados como material básico en la construcción de las techumbres de las populares cabanas de las brañas somedanas. Por encima del bosque de abedules, a partir de los 1.600 o 1.700 m, la vegetación dominante está integrada por matorrales y pequeñas plantas herbáceas adaptadas al rigor del clima.

La fauna

La diversidad paisajística y vegetal, y su accidentada orografía, han hecho de Somiedo un lugar de refugio para varias especies de animales que en otros tiempos vivían en zonas más amplias de Asturias y de la Península Ibérica. El Parque Natural ha conservado hasta nuestros días una de las más completas y equilibradas representaciones de la comunidad faunística de la Iberia atlántica. Diez especies de anfibios, igual número de reptiles, un centenar de aves y unos cuarenta mamíferos, así como al menos cuatro especies de peces, constituyen la fauna vertebrada somedana.

Muchas de ellas tienen en la cordillera Cantábrica sus límites de distribución europea más meridionales; es el caso del rebeco y el lirón gris. Algunas han quedado aisladas de sus poblaciones norteñas, bien debido a la acción de procesos naturales, como la lagartija de turbera, bien por la secular persecución a que se han visto sometidas, como sucede con el oso pardo. Otras, como la salamandra rabilarga, el lagarto verdinegro y el desmán o topo de río, son endémicas, es decir exclusivas, del norte peninsular.

La mayoría de los visitantes no logrará ver ninguna de las especies de grandes vertebrados no cinegéticas. Ciertamente, nutrias, águilas reales, urogallos, osos... habitan en Somiedo, pero no hay que olvidar que se trata de animales cuya supervivencia depende en buena medida de su habilidad para evitar la presencia de personas y ocultarse a su vista. Esto no significa que para observarlos sea necesario adentrarse en los más recónditos lugares ni acercarse a las zonas de uso restringido especial. Por el contrario, al amanecer y al atardecer se pueden avistar desde las carreteras y alrededores de los pueblos las especies más huidizas, utilizando prismáticos o telescopios, y tras examinar minuciosamente las cumbres y laderas de los montes.

Un menor esfuerzo requiere la observación de otras especies no menos destacadas por su interés científico, pero mucho más fáciles de localizar, como son algunos reptiles y anfibios endémicos o presentes en España sólo en el norte, como la víbora de Seoane y la rana bermeja, entre otros. Igualmente, se pueden encontrar con relativa facilidad especies de caza mayor, como el corzo, el venado o el jabalí, además del rebeco, y un amplio número de aves, tales como el ratonero común, la chova piquigualda y los pájaros forestales: herrerillos, carboneros, reyezuelos, por citar sólo algunos de ellos, o los propios de la alta montaña, representados por treparriscos, acentores y gorriones alpinos, etc.

Población y poblamiento

El padrón municipal, en su revisión de enero de 1998, asignaba a Somiedo la cifra de 1.625 habitantes, 39 menos de los registrados en el de mayo de 1996 (1.664 hab.). A lo largo del siglo XX, la evolución de la población de este concejo, mediatizado por sus singulares características ecológicas, con clima riguroso y exiguo terreno para el cultivo, comparte pautas con el resto de los concejos asturianos de montaña, advirtiéndose dos periodos bien distintos. En un primer momento, que engloba las tres primeras décadas de la centuria, el balance es positivo, pasando de los 5.720 habitantes de 1900 a los 6.749 hab. correspondientes al año 1930, y ello pese a la fuerte emigración a América. Tras la guerra civil española, entra en un imparable periodo de sangría, achacable a la irresistible atracción ejercida por las zonas industrializadas. Si ya la pérdidas eran importantes entre 1940 (5.991 hab) y 1960 (4.056 hab), en las décadas siguientes se tornan espectaculares: entre los años 1970 (3.048 hab.) y 1991 (1.793) se produce una pérdida de 1.255 efectivos. El resultado es altamente preocupante: Somiedo está en posesión de la segunda densidad más baja de Asturias con unos 5,5 habitantes por kilómetro cuadrado y de uno de los índices de envejecimiento más elevados del Principado. A sus pobladores hay que sumar alrededor de medio centenar de familias que aún hoy, desde los concejos de Salas y Belmonte de Miranda, se desplazan con sus ganado entre mayo y octubre a los pueblos de verano del concejo: El Puerto, La Peral, La Falguera y Llamardal. Son los vaqueiros de alzada, grupo social que basa su forma de vida, que poco a poco se va debilitando, en la ganadería de montaña y que ha desarrollado una cultura y un folclore muy personales. También los pastores de ovejas merinas procedentes de Extremadura aprovechan los pastos altos del concejo durante el verano.

El concejo somedano, que en el ámbito administrativo pertenece judicialmente a Grado, se divide en 15 parroquias o demarcaciones territoriales locales: Aguino (Aguinu), Clavillas (Clavil.las o Clavitchas), Corés, El Coto (El Coutu), Endriga, Gúa, Las Morteras, Pigüeces, Pigüeña, Pola de Somiedo (La Pola), El Puerto (El Puertu), La Riera, Valle de Lago (El Val.le o El Vatche), Veigas y Villar de Vildas (Vitchar o Vil.lar de Vildas), que se reparten un total de 39 entidades de población de diferentes categorías (villa, lugar y aldea). La capital municipal, Pola de Somiedo, es el núcleo más poblado, con 145 habitantes aproximadamente; le siguen los lugares de Villar de Vildas y Valle de Lago.

Economía

El sector agropecuario, capital en la economía de Somiedo, genera el 80% de los empleos y el 40% del Producto Interior Bruto (PIB) municipal. Antiguamente la actividad agrícola tuvo cierta importancia, pero hoy existe una dependencia de la población de la ganadería de carne de calidad. El concejo es una de las reservas más destacadas de una particular raza de vacuno, perfectamente adaptada a la dureza climática y de importancia decisiva en la gastronomía local: la Asturiana de los Valles, llamada por los lugareños vaca roxa.

La actividad ganadera ha organizado el trabajo y la vida de los habitantes de Somiedo en torno a dos ciclos ecológicos y espaciales distintos: el invierno-verano y las zonas altas-bajas. Durante la estación estival el ganado utiliza los pastos altos, y, mientras, se siegan y almacenan los pastos bajos de los alrededores de los pueblos, y asimismo de las brañas, para alimentar el ganado en el invierno.

Los fondos de los valles han sido los lugares preferidos para los asentamientos humanos. Estas zonas más llanas y más fértiles permiten la creación de pequeñas parcelas para cultivos de autoconsumo, entre los que destaca, por su originalidad, el de la escanda, un cereal propio de zonas de montaña, muy utilizado para la elaboración de productos de panadería, que es menos exigente en clima y en profundidad de suelo que el trigo.

En la década de los noventa la apicultura ha experimentado un relativo auge.

El sector secundario, pese al recorte de empleos en las eléctricas, a la extinción de las actividades extractivas, que en 1978 daban ocupación a 61 personas, y a emplear sólo al 5% de la población, produce el 30% del PIB del concejo.

En 1978, el sector servicios en Somiedo, antes de su declaración como Parque Natural, sólo representaba el 8% de su actividad económica mientras que actualmente se sitúa en torno al 40%. Al despegue turístico de los últimos años contribuyeron decisivamente la mejora de las comunicaciones, el aumento de la oferta hotelera y la comercialización de los productos agropecuarios del concejo, cuya renta ha logrado ascender en la lista regional 12 puestos desde 1988 a 1996. Somiedo ha utilizado su protección como mecanismo para la reactivación económica de la zona y de sus habitantes.

BIBLIOGRAFIA

ARCE, LUIS MARIO: Guía de los espacios naturales de Asturias, Ediciones Trea, S. L., Gijón, 1997.

CONSEJERIA DE MEDIO AMBIENTE: Somiedo. Parque Natural.

FEITO ALVAREZ, JOSE MANUEL: «Somiedo», en Gran Enciclopedia Asturiana, tomo 13, pp. 185-194, edit. Silverio Cañada, Gijón.

FERNANDEZ GARCIA, FELIPE: «El Valle del Pigüeña-Somiedo: Concejos de Somiedo y Miranda», en Geografía de Asturias, pp. 109-128, Editorial Prensa Asturiana, S.A., Oviedo, 1992.

MARTIN, JUAN: Somiedo, colección «El Viajero Independiente», ed. Júcar, Gijón, 1998.

——: «Somiedo», en Asturias a través de sus concejos, 1 tomo, pp. 413-421, edit. Prensa Asturiana S.A., Oviedo, 1997.

MENENDEZ ZAPATA, JOSE; GARCIA MARTINEZ, ADOLFO y otros: Somiedo, Parque Natural, 2 volúmenes, Senda Editorial, S.A., Madrid, 1994.

PEREZ SUAREZ, ROSALIA y M. LL. M.: «Somiedo», en Gran Enciclopedia Asturiana, tomo 20, pp. 337-339, edit. Gran Enciclopedia Asturiana S.A., Gijón, 1996.

VAZQUEZ, VICTOR M.: Somiedo, energía y vida. Ed. Hidroeléctrica del Cantábrico, S.A., Oviedo, 1994.

 

Mapa de situación del municipio de Somiedo


 

Somiedo

Concejos limítrofes:

  • Belmonte de Miranda
  • Cangas del Narcea
  • Teverga
  • Tineo

Comarca del Camín Real de la Mesa


 

Fueron los romanos quienes, sobre una antigua senda, trazaron la calzada que, partiendo de Astorga, se adentraba en el corazón de Asturias. En la Edad Media fue la principal vía de comunicación con la Meseta. Bordeando altas montañas, discurre a través de valles oseros, bosques frondosos y espacios naturales protegidos. Entre las cuencas del Trubia y el Pigüeña, el Camino Real enlaza diez concejos asturianos.

El amplio territorio que abarca esta comarca de la zona central es la suma de diez concejos, entre los cuales se encuentran algunos de los de menor extensión de toda Asturias: Belmonte de Miranda, Candamo, Grado, Las Regueras, Proaza, Quirós, Santo Adriano, Somiedo, Teverga, y Yernes y Tameza.

El área denominada Camín Real de la Mesa ocupa el territorio comprendido entre las cuencas de los ríos Pigüeña y Trubia. El Camín Real de la Mesa fue el principal eje de comunicación con la meseta en la Edad Media y esto ha marcado la identidad de sus pueblos, sus paisajes, su cultura, sus costumbres y tradiciones. En esta zona encontramos el refugio del Oso Pardo asturiano, el Parque Natural de Somiedo y los Paisajes Protegidos de la Sierra del Aramo y de Peña Ubiña, que constituye, tras los Picos de Europa, el principal sistema montañoso de la Cordillera Cantábrica. Con una gran tradición de mercados medievales, es tierra de amplios bosques y riqueza de minerales.

Qué ver

  • Fragua romana El Machuco, Aula del Oro y Braña de Cuevas en Belmonte de Miranda.
  • Cueva de la Peña en Candamo, Villa de Grado y mercado dominical.
  • San Pedro de Nora en Las Regueras.
  • Bandujo, Senda del Oso, Santo Adriano de Tuñón.
  • La colegiata de San Martín de Teverga y el Parque de la Prehistoria.
  • Pedroveya, Tejo de Bermiego, Llanuces, Escuela de Escalada de El Llano.
  • Valle de Lago, Villar de Vildas, la Pornacal, La Peral y la Farrapona.

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Referencia

03330680903 0100000 0333 0333068 140881 0103000 033306809 0103001